Hornos de laboratorio inteligentes: Automatización y conectividad para el futuro

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¿Qué es un horno de laboratorio y cómo opera?
Un horno de laboratorio está concebido para sostener las temperaturas adecuadas de los diferentes elementos y procedimientos cruciales llevados a cabo en el entorno, cuyos resultados eficaces dependen directamente de su correcto funcionamiento.
Un horno de laboratorio es un dispositivo que puede calentar substancias a altas temperaturas, generalmente por encima de 300°C. Se emplea para deshidratar, esterilizar, secar, calcinar o fundir materiales, entre otras funciones.
El mecanismo de un horno de laboratorio se basa en resistencias eléctricas ubicadas en su interior y paredes, las cuales se calientan al recibir corriente eléctrica. Estas resistencias transfieren el calor a la cámara donde se colocan las muestras, que pueden ser de estado sólido, líquido o gaseoso.
Este tipo de horno está equipado con un sistema de control que facilita la regulación de la temperatura deseada y asegura que se mantenga constante durante el tiempo requerido. También cuenta con un sistema de ventilación que ayuda a eliminar los gases o vapores generados durante el proceso.
El interior del horno de laboratorio está forrado con materiales aislantes, como el asbesto, que evitan la pérdida de calor y protegen los instrumentos o las muestras de posibles contaminaciones. El exterior del dispositivo está construido con materiales resistentes al calor y a la corrosión, como el acero inoxidable.
¿Qué variedades de hornos de laboratorio hay?
Existen diversas clases de hornos de laboratorio diferenciadas por su diseño, capacidad, rango de temperatura o propósito. Algunos de los más comunes son:
Horno estufa: Es un horno de bajo rendimiento que puede alcanzar hasta 300°C. Se utiliza para secar o esterilizar instrumentos o materiales orgánicos. Presenta una cámara abierta o con puerta transparente que permite ver el interior.
Hornos de convección
Cuentan con un ventilador interno que aspira el aire del entorno, generando rápidamente una temperatura uniforme dentro del horno.
Requiere cierto tiempo para alcanzar su eficacia, especialmente si se abre con frecuencia, lo que provoca que el aire interno se mezcle con el exterior.
Los hornos de convección modernos se caracterizan por ajustar su calibración en menos tiempo, evitando sobrecalentamientos rápidos y consumen menos energía.
Características de un horno de laboratorio
El funcionamiento de un horno de laboratorio se basa en una serie de resistencias eléctricas instaladas en las paredes internas, que se activan para alcanzar la temperatura establecida utilizando un controlador PID.
Cuando la temperatura sube y se estabiliza, el termostato mantendrá esa estabilidad y si desciende, las resistencias se encenderán nuevamente para alcanzar de nuevo los niveles óptimos.
En su interior, los materiales como el asbesto previenen el desgaste de los instrumentos o la afectación directa del experimento.
Cada equipo tiene un panel que permite gestionar el control de la regulación y la temperatura precisa en el horno de laboratorio, además de mostrar los grados de manera clara para facilitar su lectura.
¿De qué manera seleccionar el horno de laboratorio ideal para tu tarea?
Al seleccionar el horno de laboratorio más apropiado para tus necesidades, es importante considerar varios factores, tales como:
La temperatura máxima que necesitas lograr.
Las dimensiones y el tipo de las muestras que deseas calentar.
La duración y la regularidad con la que utilizarás el equipo.
El área que tienes disponible en tu laboratorio.
El presupuesto que tienes para esta compra.